La luna, ve que ya no hay hambruna.
Yo, en aquel tiempo,
era un emperador,
que gobernaba con fervor.
Pero en mi país había hambruna,
y eso lo sabía, hasta la luna.
Un día vino a mi palacio un mensajero,
el cuál, cansado, tenía pinta de roquero.
Me contó el problema,
pero pronto cambió de tema y me dijo:
¡¡¡Estamos en un poema!!!
Yo, incrédulo dije:
¡Apresadlo, está loco!
y el mensajero se fue calmando poco a poco.
Así que a él le soltaron,
y del palacio echaron.
Esto ocurría en mi país:
De repente, de una planta,
En vez de un fruto salía ¡¡Fanta!!
Manchaban el pelo,
macarrones y bombones,
que caían del cielo.
El volcán,
pronto se convirtió en pan,
Y en la erupción,
salió espuma de chocolate con aguacate.
``Desde que llueve batido de fresa,
la barriga más me pesa´´
decía una señora mora.
Los campesinos,
ya no vuelven a utilizar la hoz,
ya que del cielo llueve arroz.
Todo el mundo comía,
y la felicidad a mi país volvía.
En todo el país las personas se acostumbraron.
Pero un buen día,
las nubes de llover comida cesaron,
y a los habitantes con la barriga llena dejaron.
Desde que llueve comida, ha mejorado mi vida.
Y en mi país ya no hay hambruna,y eso lo ve,
desde su cuna,
la señora Luna.
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